return

Prisas, nervios, sudor frío recorriendo su espalda. La conciencia le estaba matando.
-Salid de mi cabeza joder....salid de mi puta cabeza!!!-. Pero no servía de mucho.
Las imágenes se agolpaban en su cabeza, debía haber reaccionado antes...todo igual, todo para el último día, sin pensar en las consecuencias, sin pensar en nadie más que en si mismo.
Ahora ya era tarde para reaccionar. Ya todo había ocurrido. Una mirada atras no solucionaria absolutamente nada; más bien, alimentaría ese llama hiriente que le deboraba las entrañas.
No, la vida no es así. No hay una tecla para deshacer, ni para ir al principio o al fin.

Lástima, debio darse cuenta antes.

Son sólo ganas de llorar

Y ella corrió, a una velocidad que jamás creyó que sus piernas pudieran lograr. Corrió hasta que miró hacia atras y ya sólo veía oscuridad. Entonces, cayó en seco. Estaba casi afixiada de tanto correr. Volvió a mirar atras, y una vez que se aseguró de que nadie la veía, empezó a llorar, como hacía mucho que no lloraba. Lloró y lloró, hasta que se le secó el corazón. Entonces, sólo entonces, pudo continuar su camino. Sin ayuda. Sin correr. Sin llorar.

La novia descalza de la primavera

Y la ví, paseando, muy despacio, serena, por la orilla de la playa.
Casi dejaba que el agua rozara sus descalzos pies.
Le gustaba aquella sensación del agua fría en los pies.

Se sentía viva.