María estaba haciendo deporte con su música puesta, y
de pronto el viento trajo una flor hasta su cara.
- ¡Un jazmín! - Sonrió. Lo recogió y lo olió.
Olía a pureza, a sentimientos bonitos e inocencia.
Una bonita sensación le invadió.
Jazmines y Narcisos... Y una frase: "¿Como la
fábula de Eco y Narciso?" ¿Como sabía de esa fábula? Casi nadie la conocía,
su abuela le contaba fábulas de todos los colores, se conocía muchas.
Era todo tan perfecto, que le daba pavor. Pero se
sentía tan cómoda, tan ella. Era una sensación que no recordaba, como una
conexión que fluye tranquilamente, sin prisas, pero continuamente.
Paz y calidez. Era lo que más necesitaba en ese
momento de su vida, y todo ello es lo que sentía a cada palabra.
Y la escena de Big Fish en su cabeza: “- ¡Narcisos! – Son tus flores favoritas. – ¿Cómo has
podido encontrar tantas? – He llamado a todas las floristerías de cinco
estados, les dije que era la única manera de que mi esposa se casara
conmigo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario