19 oct 2015

Hasta el coño y mas allá

Si, soy una mal hablada. Y mas cuando me enfado, me faltan tacos para cagarme en tod@s los gilipollas q habitan este mundo. Pero hablo así porque,  o me desahogo soltando verborrea por la boca, o necesito pegar un puñetazo (y en esos momentos añoro mi saquito de boxeo).
No me considero una persona reconcorosa, me he podido pelear mil veces con una persona y volver a reconciliarme, pero hay cosas que me tocan la fibra y no las puedo olvidar, como cuando llamé llorando a alguien muy importante para mi, y m colgó con un venga q si, q ya hablamos. Esa creo q es la peor, es q me pareció de tan mala persona....
Y mira q yo soy un desatre y la lio cada dos por tres,pero se notq cuando alguien comete un error, y cuando lo hacen x joder simplemente. Doy gracias x tener bastante empatia y poder empatizar, de estar ahí en los momentos bajos, y claro, ilusa de mi, creo q cuando yo este mal, esa persona me corresponderá. 
Pero desde luego es culpa mia, es tan tonto como pensar q un tigre no te va a comer porq eres vegetariano (o vegano, q es mas molón ahora, no?).
Me dan tanta rabia las injusticias, las intolerancias, la estupidez tan sumamente presente en la raza humana..... 
y cada vez me callo menos, lo que tenga q venir que venga, pero yo lo suelto.

13 oct 2015


Y por eso no necesito un príncipe que me rescate, me la puedo completamente sola 

No soy una delicada princesa y no lo seré nunca. Y es que los príncipes azules no existen, no son más que un mito de cuento de hadas para que esperes y esperes por ese “hombre perfecto” que te alivie de las cargas de ser una mujer responsable y autónoma, que te salve de las fatigas de la sociedad y te convierta en madre de niños que deberían completarte como ser humano.

Te vas a topar con lobos feroces disfrazados de príncipes de todos los colores. Te vas a enamorar y te va a romper el corazón muchas veces, por eso tienes que saber que, no hay que ilusionarse demasiado. El “siempre” se termina, no hay que dar más de lo que se recibe, hay que valorar lo que tienes, superar lo que te duele y luchar por lo que quieres. No creas en las promesas, nada es eterno. Hay que disfrutar, vivir, amar, ser feliz y llorar si quieres, porque la vida se divide en instantes. Pero sobre todo tienes que saber que, el amor no duele y no necesitas a nadie para ser feliz.

No es cierto que las niñas no juegan con carritos y balones, no existen cosas de niña y de niño. No tienes un límite para seguir tus sueños y hacer lo que te plazca. Puedes hacer y deshacer a tu gusto sin importar el “ensuciarte las manos”.

“Una niña no hace eso”, no es más que cortarte las ganas de llegar más lejos o descubrir nuevas cosas, solo para que sigas lo que está bien dentro de un convencionalismo social. No discutas sobre lo que “está bien” y “no está bien” hacer, no pierdas el tiempo con mentes diminutas que aún piensan que no puedes jugar fútbol si llevas puesta una falda. Sigue con lo tuyo, que tu vida sea la mejor prueba de que no saben lo que dicen porque no lo han pensado bien.

Rosa, azul, negro, amarillo, morado, naranja, ¡qué más da!, el rosa es solo un color más, no seas un adorable y esponjoso algodón de azúcar toda la vida, también puedes ser un exótico y delicioso fruto del dragón.

Que te conozcan por ser inteligente, exitosa y noble, no sólo por ser bonita y tener un cuerpo escultural. Nadie va a quererte más porque seas la más flaca ni porque tengas los pechos más grandes. Al menos nadie que valga la pena conocer.
No te rijas por lo material, el tener más o menos no significa que seas más feliz. Sé una persona curiosa y jamás dejes de cuestionar el qué, cómo y por qué de las cosas. No te dejes llenar con la primera respuesta que te den a tus dudas.

No vas a vivir “feliz para siempre”, la vida tiene altos y bajos, buenas y malas y depende de ti los ojos con que quieras verlo.

Tu futuro no está escrito, y él no depende del amor.

1 oct 2015

Octubre

Y mientras la luz del faro alumbraba cada 8 segundos, el día caía ya, abatido por la noche y la luna que asomaba tímidamente.
Ahora, de noche en la playa, se veía todo tan distinto, lo echaba tanto de menos...
Pero el sonido parecido al de chascar un látigo,  despertó de su agradable letargo a María.  Alzo la vista, y sólo era un padre enseñando a pescar a su hijo a orillas del mar y con dos cachorros correteando alrededor.  Y aunque le apetecía estar sola, no le importó la presencia de aquella escena tan tierna.
De todas maneras, la luz del faro alumbraba hoy más que la propia luna.
Ya era tarde, era hora de regresar a casa, dejar el contoneo de las olas atrás y volver a la civilización. 
Y así,  empezaba el mes de Octubre,  que normalmente,  a pesar de todo (...),  se portaba bien con María.  Después llegaría Noviembre,  que suele ser mas neutro para dar paso a Diciembre que solia ser un cúmulo de excesos extraños y desagradables en su vida.
Pero, eso es la vida, un vaivén de emociones y momentos,  que nos hacen de ella el viaje más único e irrepetible.