La vida es tan extraña a veces. Algunas
personas se la pasan hablando de los demás, de lo que hacen o deshacen, en
lugar de dedicarse a sus propias vidas y saberse imperfectos; al punto tal, de
cometer las mismas faltas que criticaron en los otros, y hasta peores; aunque
tampoco podemos determinar a ciencia cierta lo que es peor.
A veces pienso que aquéllos que viven juzgando a los
demás, es porque se ven reflejados en su propio espejo y quieren aparentar ante
ellos mismos lo que no son. No debemos nunca decir: "De esa agua no
beberé"; te aseguro que antes de que lo pienses siquiera, la vida te
enterrará la puñalada más dolorosa que ser humano alguno pueda soportar, y
habrás bebido manantiales de esa agua, peor aún, la beberás con el fango que le
echaste en un momento dado.
Somos humanos... y todo lo que nos rodea, todo lo que
vivimos, todas nuestras experiencias nos van haciendo ser lo que somos.
El pecado - esto es otro tema - siempre está ahí,
atormentándonos; somos seres libres de elegir lo que queremos hacer, decidimos
hasta qué punto somos capaces de aceptar o rechazar, pero hay algo muy
importante que nos hará tomar esta decisión de aceptar o rechazar, y eso se
llama "El momento y la situación por la que estemos pasando"; como
dicen por ahí "Nadie sabe lo que hay en la olla sino el que la
menea".
Vivimos la vida pensando en el que dirán, pero es
porque nosotros mismos hablamos de los demás; si no fuera así, no nos
preocuparíamos. Por mi parte, intento nunca juzgar, porque sé que en su momento,
aquello que pueda criticar, puede llegar a mi vida por "arte de
magia", tal vez no como una situación común, pero sí como algo que sale de
la nada... para callar mis pensamientos, mis impulsos y sobre todo, para
enseñarme a no criticar a los demás.
No debemos decir nunca: "Yo sería incapaz de
hacer..." porque todos somos capaces de hacer todo;
de lo bueno, y de lo que llamamos malo... pero quién puede decir qué es bueno o
qué es malo. Nacimos en diferentes culturas y lo que par mi cultura es malo,
tal vez para la tuya es bueno. Y dentro de la misma cultura hay variantes. A mi
entender, está en el corazón saber lo que puede ser bueno o malo para ti. El
principio básico de la vida es "no hacer daño", pero cómo no
hacer daño a los demás sin causarnos daño a nosotros mismos. ¡Esa bendita lucha
interna que llevamos todos por las situaciones que nos presentan a diario! ¡Qué
difícil se nos hace vivir a veces..!
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